Fiesta campesina, c. 1959

Fiesta Campesina, una obra maestra del reconocido artista dominicano Yoryi Morel, es una pintura que evoca una escena festiva en un contexto rural. Terminada en 1959, la obra de arte está hecha con pinturas al óleo sobre un lienzo de 106 x 160 cm y es parte de la colección de arte del Centro Cultural Eduardo León Jimenes en Santiago de los Caballeros.

Yoryi Morel, Fiesta campesina, c. 1959

La pintura es una celebración de la música nacional dominicana, el merengue, que ocupa un lugar central en la cultura y la identidad del país. A lo largo de su carrera, Yoryi Morel dedicó un segmento importante de su producción a la representación de este código rítmico y danzario, desarrollando obras donde se destacan músicos, instrumentos, parejas de baile y otros elementos asociados a la música.

En el primer plano de la composición de Fiesta Campesina se observa un trío de músicos de merengue típico que portan los tres instrumentos característicos del ritmo -tambora, acordeón y güira- y asumen diferentes posiciones interpretativas. La expresión de los músicos es de completa entrega a la música, con sus cuerpos en movimiento y sus rostros mostrando el placer que les provoca tocar. El espectador puede sentir el ritmo y la energía de la música que emana de sus instrumentos y de la escena en general.

En otros planos de la pintura, el autor alude a costumbres y formas de vida vinculadas a la celebración del merengue. Se pueden observar personas socializando y compartiendo momentos de alegría y felicidad. El baile es otro elemento fundamental de la escena, con parejas que se mueven al son del ritmo y que se funden en el abrazo y en la sensualidad de la danza.

El baile en la pintura Fiesta Campesina es un elemento fundamental de la escena que no solo ilustra la celebración festiva, sino que también transmite una sensación de armonía y alegría que se contagia al espectador. La danza es una forma de expresión cultural que ha sido muy valorada en la cultura dominicana, especialmente en relación con el merengue.

En la pintura, se puede observar a varias parejas bailando al ritmo del merengue. Las figuras humanas se funden en un abrazo apasionado mientras se desplazan por la pista de baile, creando una sensación de movimiento y dinamismo en la composición. La figura del hombre se encuentra en una posición dominante, sosteniendo a su pareja mientras la guía en la danza. La mujer, por su parte, parece entregarse al ritmo, moviendo sus caderas y su cuerpo en una danza seductora y elegante.

La sensualidad de la danza en la pintura se refleja en la vestimenta de los bailarines. Las mujeres visten faldas amplias y coloridas que giran con ellas mientras se mueven, mientras que los hombres llevan camisas sueltas y pantalones cómodos que les permiten moverse con facilidad. La ropa de los bailarines también está diseñada para enfatizar los movimientos del cuerpo durante el baile, lo que agrega un elemento de sensualidad a la escena.

Además de transmitir una sensación de alegría y armonía, la danza también tiene un valor cultural y social importante en la República Dominicana. El baile del merengue es considerado una expresión de la identidad nacional y es un elemento fundamental de las festividades y celebraciones en todo el país. La pintura Fiesta Campesina, por tanto, se puede entender como una representación de la importancia cultural y social del baile del merengue en la vida de los dominicanos.

En esta obra de Yoryi Morel, el asado de cerdo es un elemento clave de la escena festiva en el contexto rural de la República Dominicana. La imagen del lechón asado o puerco asado en un entorno doméstico es un elemento que evoca la celebración, la tradición y la cultura culinaria del país. La pintura representa el cerdo asado como el plato principal de la fiesta, con su piel dorada y crujiente que contrasta con la carne tierna y jugosa debajo.

El asado de cerdo es una práctica culinaria que se remonta a las culturas precolombinas en América Latina, donde los indígenas cocinaban carne en fosas llenas de brasas. Esta técnica se ha mantenido en la gastronomía dominicana y se ha convertido en una parte integral de las festividades y celebraciones. En la pintura de Morel, el asado de cerdo no solo es un plato, sino que también es un símbolo de la unión y la comunidad en torno a la comida. El cerdo asado es compartido entre familiares y amigos, y se convierte en una excusa para la socialización y el disfrute.

Además, la representación del cerdo asado en la pintura sugiere la importancia de la comida y la agricultura en la cultura campesina dominicana. El cerdo asado es un producto de la tierra y la cría, y su preparación requiere habilidades y conocimientos tradicionales transmitidos de generación en generación. La fiesta campesina en la pintura de Morel celebra la vida rural y la cultura campesina, que todavía es una parte importante de la identidad de la República Dominicana.

n cuadro como Fiesta Campesina puede provocar en una persona una gran variedad de emociones dependiendo de sus experiencias, recuerdos y perspectivas culturales. Sin embargo, en general, la obra de arte evoca una sensación de alegría, celebración y fiesta.

La composición vibrante, los colores saturados, la música y el baile que se representan en la pintura transmiten una sensación de energía y vitalidad que puede inspirar en el espectador una emoción positiva y contagiosa. La pintura también puede evocar sentimientos de nostalgia por un tiempo pasado, por la vida rural y las tradiciones de la cultura dominicana.

El tema central de la obra, el lechón asado y la comida compartida entre amigos y familiares, también puede evocar emociones de comodidad, satisfacción y gratitud. En la cultura dominicana, el acto de compartir la comida es una muestra de hospitalidad y generosidad, y el lechón asado es una comida festiva que se sirve en ocasiones especiales.

Además, la pintura puede despertar emociones de identidad cultural y orgullo. La obra celebra la música y las tradiciones del merengue, un género musical autóctono de la República Dominicana, y representa la vida cotidiana en el campo, con la figura del cerdo asado como un símbolo de la cultura gastronómica del país.